Río Ebro

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Río Ebro

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Protección:

Zona Especial de Conservación (ZEC)

Municipios:

Arguedas, Buñuel, Cabanillas, Castejón, Cortes, Fontellas, Fustiñana, Ribaforada, Tudela, Valtierra y Bardenas Reales

Superficie (Ha):

2.120,37

Altitud (m):

227 - 264

Bioregión UE:

Mediterránea

Fecha de declaración:

Las Reservas y Enclaves en distintas fechas desde 1987 y la ZEC desde julio de 2006

Otras figuras de protección:

Reserva Natural Soto del Ramalete (RN-32), Reserva Natural Soto de la Remonta (RN-33), Reserva Natural Sotos del Quebrado, el Ramillo y la Mejana (RN-38), Enclave Natural Sotos de Murillo de las Limas (EN-10), Enclave Natural Sotos de Traslapuente (EN-11), Enclave Natural Soto de la Mejana de Santa Isabel (EN-12), Enclave Natural Soto Alto (EN-24), Enclave Natural Soto Giraldelli (EN-25), Enclave Natural Soto de Mora (EN-26), Enclave Natural Soto de los Tetones (EN-28)

Río Ebro

A la sombra de los sotos

El agua fluye lenta en el último tramo navarro del río Ebro, sobre tierras llanas dedicadas a la agricultura. El cauce del río y los sotos de sauces, álamos y chopos que lo acompañan forman una arteria de vida al sur de la Comunidad foral, que da cobijo a infinidad de aves acuáticas, tortugas, náyades o mariposas, al tiempo que proporciona agua de riego a la afamada huerta ribera.

Anochecer en el Ebro Eduardo Blanco Mendizábal

Los aportes de los ríos Ega y Aragón multiplican el caudal del Ebro, que al adentrarse en la Ribera de Navarra ronda los 230m3/s de media anual. Se trata de un río de gran anchura –hasta 200 metros en algunos puntos–, que cada invierno experimenta una o varias crecidas fruto del deshielo pirenaico y de intensas lluvias en el Alto Ebro y el norte de Navarra. Aguas abajo de Castejón, el cauce presenta numerosos meandros (algunos abandonados) y varios cauces secundarios, y alimenta el Canal de Tauste y el Canal Imperial de Aragón.

La zona comprende los 45 kilómetros que separan el puente de la autopista de Castejón de la muga de Navarra con Aragón en el término de Cortes. Pero el espacio protegido no se limita al cauce, sino que también está formado por sus riberas y sotos, el Canal de Tauste, los afluentes Valdelafuente y Las Limas, y las balsas de Tamariz que conectan con el sistema fluvial del Ebro. Todo un paraíso del agua para plantas y animales en las áridas tierras del sur de Navarra. Y prueba de su importancia ecológica es que el espacio contiene cuatro reservas naturales, siete enclaves naturales y dos árboles monumentales.

Entre ellos, meandros abandonados, madres o brazos secundarios, ligados a esos espacios protegidos como Soto Alto, Sotos de Murillo Las Limas, Soto de Vergara y Soto de Ramalete. Son zonas de mucha naturalidad que albergan flora y fauna diferentes a las del cauce principal. Además, sirven como zonas de laminación de avenidas y como filtros verdes de las aguas procedentes de los regadíos cercanos

Un traje verde

El cauce del Ebro viste en casi todo el tramo un colorido traje verde formado por una amplia vegetación de ribera que se estrecha y pierde calidad al sur de Tudela, en parte debido a las motas levantadas para proteger los cultivos.  En la banda de terreno más cercana al agua, aquella que se inunda con las crecidas, abundan las saucedas. Inmediatamente detrás, en terrenos que solo se inundan ocasionalmente, crecen sotos de álamos blancos y sauces. En las vegas de fondo de valle, donde raramente llega la inundación pero el suelo es fresco y húmedo, se elevan las plantaciones de chopos. Y en la posición más alejada del agua, se sitúan las arboledas de tarayales o tamarices.

Junto a estas ‘bandas verdes” de árboles y arbustos, el entorno del río Ebro alberga también otras interesantísimas plantas. En el propio cauce, la corriente mece los tallos de filigranas y bejuquillos. En remansos del agua, meandros abandonados y cauces secundarios, encontramos los mejores cañaverales fluviales de Navarra. Y en islas de gravas o playas de la orilla, los pastizales salinos y los matorrales de sosa dan muestra de la mayor salinidad de los sotos del Ebro frente a otros sotos navarros.

El cauce del río y su traje verde funcionan como un gran corredor ecológico para la fauna. Allí crían, se refugian y alimentan la tortuga autóctona llamada galápago europeo, la nutria o el visón europeo, así como azulones, avetoros, fochas o zampullines y otras aves acuáticas. Las aves migratorias se detienen en los sotos del Ebro para descansar y alimentarse, por lo que no es extraño encontrar dormideros de cormoranes o elegantes garzas reposando en las orillas, además de milanos, aguilillas calzadas y pequeños pajarillos menos frecuentes en entornos de agua.

Chopera Eduardo Blanco Mendizábal

En este tramo del Ebro vuelan las esfinges proserpinas, una curiosas mariposas nocturnas de bordes ondulados, y viven algunos individuos de una almeja de río no comestible, de nombre Margaritifera auricularia, en grave peligro de extinción en la Península ibérica. Lamentablemente, más abundantes son el mejillón cebra, la almeja asiática, los cangrejos y percas americanas, los siluros y otros invasores que suponen una de las mayores amenazas para la fauna autóctona.

Se puede disfrutar del río visitando el Paseo del Prado de Tudela o El Bocal de Fontellas, recorriendo el sendero GR 99 y otros caminos agrícolas, o surcando sus tranquilas aguas con sus piraguas.

Hay muchos senderos balizados, caminos tradicionales y recorridos que discurren y atraviesan el espacio fluvial del Lugar.

  • El GR 99 “Camino natural del Ebro”, con 42 etapas y unos 1.200 km, desde su nacimiento en Fontibre hasta la isla de Buda en el Delta del Ebro, es el recorrido más importante.
  • Camino del Ebro de Santiago
Ebro, Tudela Eduardo Blanco Mendizábal
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El Bocal, Fontellas Eduardo Blanco Mendizábal
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Nutria (Lutra lutra) Eduardo Blanco Mendizábal
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A. Cutiller
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La Mejana, Tudela Eduardo Blanco Mendizábal
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A. Cutiller
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