Sistema fluvial de los ríos Irati, Urrobi y Erro

En las proximidades de la ermita de la Virgen de las Nieves, en pleno corazón del Pirineo navarro, confluyen las regatas Urbeltza y Urtxuria para dar lugar al río Irati. Sus aguas se unen con las del río Urrobi en el embalse de Itoiz y, camino de la Comarca de Sangüesa, recibe el caudal de varias regatas y de los ríos Erro y Salazar hasta desembocar en Aragón en el término de Entrambasaguas, cerca de Liédena. Kilómetros y kilómetros de cauces que forman una tupida red de vida.

El espacio protegido incorpora diferentes tramos de los ríos Irati, Urrobi y Erro, así como de la regata Txangoa, que desagua en el Irati en las cercanías de Orbaitzeta. Salvo en zonas puntuales como la llanura de Auritz/Burguete, sus tramos altos discurren por valles angostos y de elevada pendiente. En algunos puntos son particularmente estrechos, como sucede en el río Irati entre Aribe y Oroz-Betelu, el Urrobi entre Aurizberri/Espinal y Lusarreta o el Erro en la pequeña foz de Txintxurrimear.

En los tramos bajos, el Erro y el Irati avanzan por llanuras más amplias, dibujando meandros, hasta que el Irati se encajona de nuevo en la foz de Lumbier. Desde allí fluye hacia Liédena entre ripas  -unos cortados que descansan casi en el río-  y, a partir de esa localidad, entre terrazas fluviales formadas por los sedimentos arrastrados más al norte.

De diciembre a abril, las lluvias y nieves invernales dan lugar a una época de aguas altas, si bien el caudal del Irati se regula mediante los embalses de Irabia e Itoiz, no incluidos en el espacio.

Truchas y caballitos del diablo

Las aguas frescas y oxigenadas de la regata de Txangoa, del Urrobi y de las partes altas de Erro e Irati proporcionan a las truchas que remontan la corriente las condiciones perfectas para desovar. Esas mismas aguas son frecuentadas por el galápago europeo, la nutria, el visón europeo o el desmán del Pirineo, un pequeño mamífero al que le gustan las aguas claras y los entornos boscosos. Kilómetros abajo, en aguas más templadas, encontramos truchas adultas y otras especies como la madrilla, el barbo de Graells, el barbo culirroyo y la lamprehuela. En cuevas y edificaciones habitan colonias de murciélagos y, en el entorno de los ríos, aves acuáticas como el martín pescador o el mirlo acuático buscan su alimento. Además, existen en Lumbier dormideros invernales de milano negro.

Jauregiaroztegi, incluido en el espacio, es uno de los humedales más importantes del ámbito atlántico-pirenaico de Navarra. Ocupa unas 10 hectáreas en una depresión muy suave cubierta de pastos y prados rodeados de hayedos, a poca distancia de Auritz/Burguete. Allí crecen plantas poco frecuentes en Navarra y proliferan los insectos, y en especial las mariposas y odonatos como el caballito del diablo (Coenagrium mercuriale), una libélula de franjas azules y negras de interés comunitario. También descansan en el lugar garzas, ánades y otras aves migratorias que cruzan los collados pirenaicos.

La Reserva Natural de Tristuibartea, en la ladera norte del monte Petxuberro, destaca por albergar bosques muy bien conservados de roble peloso, un árbol llamado así por sus hojas con pelo en el envés que permanecen secas en las ramas prácticamente hasta la salida de las nuevas en primavera. Es uno de los pocos espacios de la Red de Espacios Protegidos de Navarra donde se protege este tipo de robledales.

Entre la abundante vegetación de ribera de estos ríos, desde Auritz/Burguete a Saragüeta, crecen a orillas del Urrobi los cerezos alisos (Prunus padus), unos arbustos poco comunes. Si estrujamos sus ramas, desprenden un olor desagradable que recuerda al de la almendra amarga. Sus flores blancas agrupadas en racimos son muy vistosas y sus frutos negros, comestibles, aunque en exceso producen cólicos y vómitos.

Otras hábitats de interés son las grandes superficies de cárices y los carrizos salpicados de lirios amarillos en las zonas encharcadas, las playas y gravas o los herbazales con valeriana pirenaica y perejil silvestre (Chaerophyllum hirsutum), poco común en la Comunidad foral. En zonas boscosas, encontramos dos especies de flora amenazada: una de las tres únicas poblaciones conocidas en Navarra de campanillas de invierno, y el rusco, un pequeño arbusto de bayas rojas con numerosos usos medicinales.

Una fábrica de armas abandonada

Numerosas rutas recorren el territorio de este entorno fluvial. Una descubre los hórreos del Valle de Aezkoa; otra, las antiguas minas de mercurio abandonadas y los baños medicinales de Aribe; una tercera, los meandros del Valle de Lónguida, y hay otra que visita el aserradero abandonado de Ekai. Varios senderos bordean la parte alta de la regata Txangoa y permiten conocer las ruinas de la antigua Fábrica de Armas de Orbaitzeta, una construcción del siglo XVIII que hoy presenta una curiosa estampa con sus arcos atravesados por el agua de Txangoa entre la umbría de los bosques del Irati. Otros muchos caminos discurren por el entorno de Aoiz y la Foz de Lumbier, que además puede conocerse visitando el Centro de Interpretación de las Foces de la localidad.