Montes de la Valdorba
Zona Especial de Conservación (ZEC)
Leoz, Pueyo y San Martin de Unx
3.389,6
480 – 958
Mediterránea
Noviembre 2006
Reserva Natural Monte de Olleta (RN-21), Reserva Natural Monte del Conde (RN-22), Paisaje Protegido Montes de la Valdorba (PP-1)

Montes de la Valdorba
Un paisaje en mosaico
Este valle tranquilo de microclimas y parajes de transición entre la Navarra pre pirenaica y la Zona Media, luce un paisaje en mosaico en el que se suceden y alternan formas variadas de vegetación: pastizales y matorral, masas arbóreas de haya, encina y quejigo, y cultivos aterrazados de vid, almendros, olivos y cereal, conformando una peculiar orografía que caracteriza y distingue al valle.
Desde la peña de Unzué, desde el sendero de Iratxeta o desde cualquier mirador o promontorio de la zona se puede disfrutar de una singular panorámica, en la que todas las series de degradación del monte mediterráneo se alternan como si estuvieran tejidas en un coqueto “patchwork”.

Este espacio ocupa una superficie de 1728’6 ha y comprende tres sectores espacialmente discontinuos, en uno de los escasos ejemplos en los que el territorio protegido aparece dividido en sectores forestales separados para posibilitar la conservación de especies.
Son San Pelayo-Monte de Olleta ,en la zona más septentrional, el denominado, que incluye la Reserva Natural del Monte de Olleta (RN-21), la cima de San Pelayo y parte de la cara sur del cordal; el sector Monte del Conde, en la más occidental del espacio, alrededor de la reserva natural del mismo nombre (RN-22); y el sector Guerinda al sudeste, en la cara norte de la Sierra de Guerinda.
La irregular red paisajística en mosaico de Montes de la Valdorba contiene destacados ejemplos de carrascales y quejigales en Monte del Conde, Olleta y Montes de Utilidad Pública de Leoz; pequeñas manchas de árboles caducos; matorral mediterráneo muy bien conservado; y extensiones de cultivos de cereal. Esta peculiaridad, demás de posibilitar la conexión ecológica, resulta de enorme interés para la conservación de otro de los elementos clave en este área: las rapaces.
Los Montes de la Valdorba albergan una de las mayores densidades de aves rapaces de Europa. Sobre su orografía suave y descarnada no es difícil distinguir águilas calzada y culebrera y milanos real y negro. Pero también habitan en el lugar buitres y calandrias y, ocasionalmente, alguna pareja de azor, gavilán, alcotán y alimoche. Por otra parte, en la espesura del bosque habitan jabalíes, garduñas, zorros y tejones. En cuanto a los quirópteros, se ha constatado la presencia de murciélago orejudo meridional, especie cavernícola incluida en el Anexo IV de la Directiva de Hábitats.


Una señal inequívoca del valor que para La Valdorba ha tenido el manejo del bosque es que todavía podemos encontrar los parajes llanos y circulares donde se localizaban las carboneras en las que se transformaba la leña de encina y de haya. El declive de estos usos llegó con la conversión de mucha superficie a pastizal y cultivo, situación que ha revertido en los últimos años con el progresivo abandono de las parcelas de cultivo y la creciente demanda de leña para hogar.
Con la llegada del invierno, en los bosques de Montes de La Valdorba aparece la trufa, uno de los valores que distinguen a la zona. Anualmente se celebra en Orisoain una feria dedicada en exclusiva al conocido como “diamante negro”, un ingrediente de primera calidad en la gastronomía y el aromático hilo conductor de los senderos micológicos de la zona.
Los habitantes de este territorio, tan cercano en distancia a Pamplona y aparentemente tan lejano en el tiempo, sostienen hoy un pulso con el futuro decididos a demostrar que se puede plantar cara a la despoblación que les acecha, echando mano de sus propios valores y tesoros.
Normativa
- Decreto Foral 79/2006, de 13 de noviembre
- Plan de gestión: Diagnosis Plan de acción e indicadores
- Cartografía: Mapas



