Sierra de Arrigorrieta y Peña Ezkaurre
Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)
Garde, Isaba, Roncal y Urzainqui
6.378,16
735 - 2.047
Mediterránea
ZEPA Diciembre 1990; ZEC Diciembre 2011

Sierra de Arrigorrieta y Peña Ezkaurre
Flores de otro mundo
La mole caliza de la Peña de Ezkaurre, de 2.046 metros, domina un paisaje formado por valles angostos, montañas escarpadas y barrancos en los que el agua se precipita con fuerza. Extrañas y preciosas flores se abren paso entre las rocas, en los prados y en el único lago de origen glaciar de Navarra: el pequeño ibón de Ezkaurre.

En el valle de Roncal, en el límite con Aragón, se extiende la Zona de Especial Conservación Sierra de Arrigorrieta y Peña de Ezkaurre, que ocupa 6.378 hectáreas de los municipios pirenaicos de Garde, Isaba/Izaba, Roncal y Urzainqui/Urzainki. Casi toda su superficie está catalogada como Zona de Especial Protección para las Aves
El salto de los 730 metros de Urzainqui/Urzainki a los más de 2.000 de la cumbre más alta, marca un relieve abrupto tachonado de montañas. Sobre todas ellas se levanta el macizo kárstico de Ezkaurre, que alberga numerosas simas y cuevas fruto de la acción del agua sobre la caliza. En sus roquedos y en los de otras cumbres cercanas, anidan el quebrantahuesos, el alimoche, el águila real o halcón peregrino y se asoman preciosas flores endémicas amenazadas capaces de resistir nieves y heladas que se prolongan hasta el verano. Hablamos, por ejemplo, de la bella Adonis de los Pirineos, visible en los meses estivales gracias a sus llamativas flores amarillas; de la Flor del Viento, cuyo fruto en forma de plumero es arrastrado por el viento; de la pequeña leguminosa morada de nombre Latyrus vivantii; o de la Festuca pyrenaica, una gramínea que aflora en espigas. Otras flores poco comunes prefieren terrenos con más agua, como la hierba algodonera que crece en el humedal de Belabarze o el cárice de picos, que se puede ver en el ibón de Ezkaurre, a 1.730 metros de altitud.
Bosques de pino negro
El 75% de la superficie de este enclave está cubierta de bosques, que durante siglos han dado lugar a una importante actividad forestal. Con los troncos de estos montes se construían antaño las tradicionales almadías, unas balsas que servían para trasladar troncos a otras latitudes aprovechando las corrientes fluviales.
Destaca entre el arbolado el pino negro, que crece a más de 1.700 metros formando bosques abiertos junto a sabinas, bojes y matorrales de otabera. A menor altitud, predominan los pinares de pino royo, que alternan con hayedos más frecuentes en las umbrías, robledales de roble peloso en carasoles y abetales en las laderas de fuerte pendiente. En estos entornos forestales habita el pájaro carpintero más escaso de la Península ibérica, el pico dorsiblanco, además de ser hogar para urogallos, gatos monteses y los pequeños murciélagos de herradura.
Entre los bosques de ladera y las cumbres, se extienden los prados, sobre todo en los rasos de altura de Arrigorrieta y en los pastizales subalpinos de la Peña Ezkaurre. En ellos se alimentan en verano las vacas y los rebaños de ovejas que en invierno pastan en los valles de la zona o son trasladados a las Bardenas Reales siguiendo con la tradición trashumante. También vuelan las mariposas Apolo e isabelina y se esconde entre los bojes la perdiz pardilla.


Otros animales prefieren vivir en las limpias y frías aguas de las regatas de Urralegi y Berroeta o en otros cursos de agua menores escoltados en sus orillas por sauces, avellanos y espinos. Son, por ejemplo, dos especies endémicas de las montañas pirenaicas, el tritón pirenaico y la rana del Pirineo, esta última “en peligro de extinción”. Allí ha buscado refugio también el desmán ibérico, un extraño mamífero semiacuático de hábitos noctámbulos que nos indica que aquellas son aguas puras. Uno de sus principales depredadores, la nutria, le acecha en las inmediaciones de estas regatas.
En épocas recientes, por estas sierras vivieron también otros grandes mamíferos. La carrera de montaña Camille Extreme recuerda el nombre del último oso pardo que decidió vivir en tierras de Roncal en la primera década del siglo XXI. La presencia de osos es hoy muy esporádica en Navarra. Se trata de uno o dos ejemplares que tienen su territorio en la vertiente norte (valles de Aspe y Ossau) y que, en ocasiones, y durante unos pocos días, pasan a Navarra a través de Ansó y Hecho.
- Se puede disfrutar de ascensiones, algunas con cierta dificultad como la subida a Peña Ezkaurre, o Armentadoia, Punta Barrena o Kalbeira.
- El Gran Sendero Pirenaico GR-11: que en 47 etapas discurre por la vertiente sur del Pirineo. Se trata de un recorrido homologado y señalizado.
- El Ayuntamiento de Isaba y el Club Pirineos del Roncal organizan una cronoescalada anual en Ardibidepikua.
Normativa
- Decreto Foral 242/2011, de 14 de diciembre
- Plan de gestión: Diagnosis Plan de acción Indicadores
- Cartografía: Mapa de delimitación Mapa de municipios Mapa de hábitats
+ Info
- Nota de prensa 14-12-2011: El Gobierno de Navarra declara Zona Especial de Conservación tres parajes del Valle de Roncal

